Piero, no puedo. Tal vez sí puedo pero no quiero, no quiero sin ti y odio no saber que ser, odio no saber que hacer ¿Quieres que te escriba?¿Es lo correcto? Estás mejor, espero. No lo sé, estás viviendo tu sueño aaaa. No estás solo, te amo. Mierda, te amo y lo siento. Ojalá hubiera podido decírtelo, por finales de diciembre cuando podíamos tocarnos, abrazarnos, hablarnos, mirarnos, reírnos, llorar pero: amarnos. Ojalá no hubiera pasado así y ojalá no supiera que ya, ya está. Estás allá y yo acá, estancada y por debajo, siempre debajo tuyo; Inferior, insuficiente, no somos, no soy Brisa, Rubi, Angelica, las chicas de Instagram. No soy ellas Piero ¿por qué? Nunca te regalé nada porque sentí que cualquier cosa sería suficiente, nunca. Me aferré a Franco porque necesitaba que perderte, valiera algo. Estás en Miami, te fuiste. Yo me fui, nos dejé. Lo siento tanto, te amo. No quiero, ya no quiero sufrir así, no quiero recordarnos así, no quiero estar sin ti y todas estas palabras se quedar